25 de junio de 2009

EN MEMORIA DE NUESTRO COMPAÑERO ULISES SANTOS.

El pasado 18 de junio llegó la trágica noticia del fallecimiento de nuestro compañero Ulises Santos Espino. Para quienes tuvimos el honor de compartir todos estos años con Ulises, han sido momentos difíciles. Durante años, hasta que sacó la plaza de profesor y lo trasladaron a Fuerteventura y El Hierro, Ulises participó activamente en nuestro colectivo, dejando una huella inigualable por su gran humanidad y solidaridad. Participó activamente en el movimiento universitario de apoyo a Salvar Veneguera, en La Pella universitaria, y en la constitución de ADN-SOS. También fue destacada su participación en la ILP estatal por las 35 horas, las movilizaciones contra la guerra de Irak, y todas y cada una de aquellas iniciativas que tuviesen detrás una causa justa y solidaria. Durante sus años en Madrid, participó en el Programa contra la exclusión de personas sin hogar de acciónenred-Madrid, dejando una gran huella en todas y cada una de las personas que compartieron esa experiencia. Si algo caracterizó a Ulises, fue su transparencia personal, su alegría que contagiaba y su talente crítico y políticamente incorrecto, que rompía estereotipos masculinos.
Después de todos estos años compartiendo ilusiones, luchas y proyectos, nos quedamos con su espíritu humanista, crítico y solidario, pero también con su talante y su alegría que nos seguirá contagiando.
Son muchas las personas que se han dirigido a acciónenred-Canarias expresando su solidaridad. A continuación reproducimos, una nota de Rubén Alemán, amigo íntimo de Ulises y miembro de diversas iniciativas de la izquierda canaria, con el que hemos compartido también muchos momentos. Vayan también como un homenaje de todas las personas que han escrito:
ULISES, MI AMIGO, MI COMPAÑERO, MI HERMANO.
"Hermano, un día me dijeron por teléfono que te habías ido para siempre. Sin despedirte, sin decirme lo que estabas viviendo y sufriendo, sin comunicar que no estabas pasando un buen momento. Uli, dejaste una estela de dolor entre todos tus amigos y amigas, entre todos los compas de lucha y reivindicación de un mundo mejor para todos y para todas, para los que han llegado huyendo del horror, para los que hacen de tripas corazón para llegar a fin de mes, para el propio medio en el que vivimos. Sin embargo, compañero, amigo, hemos decidido por aplastante unanimidad recordarte como el Ulises alegre que siempre fuiste. Muchos fueron los momentos de desternillante genialidad, de risas y cervezas, de tocamientos impuros, de complicidad, de humanidad. A los seis años tu madre y la mía se conocieron en la parada de guaguas de Buenavista del colegio Claret. El destino quiso que nos educara un colegio privado y de curas para al cabo de los años terminar defendiendo a capa y espada la educación pública y laica. Gracias a ti aprendí que el sexo no era pecado y que dios no existe. Me lo dijiste con apenas catorce años sin yo entender para nada lo que me querías transmitir. Siempre elogié tu inteligencia, tu capacidad de escucha y tu empatía con los demás. Sobre todo con las demás. Hemos pasado muchas horas hablando de política, de ruptura y reforma, de socialdemocracia, socialismo, comunismo, revolución, etc. Muchos cabreos tuvimos por no coincidir en las formas aunque siempre estuvimos de acuerdo en la meta: una sociedad de libres e iguales. Ahora un simple telefonazo me comunica que te has ido con 38 años. Y hoy me siento muy solo pero feliz de haber sido tu amigo, tu compañero, tu hermano".